SAO PAULO - Desde Neymar hasta Paulinho o Rivaldo, futbolistas y viejas glorias brasileñas han declarado en las últimas horas su voto para las presidenciales de este domingo, divididos entre el exmandatario progresista Luiz Inácio Lula da Silva y el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
"Yo y mi familia estamos a favor de Bolsonaro. Haz tu parte también. Dios, patria, familia y libertad. Estamos juntos", afirmó Rivaldo, exjugador del Deportivo de La Coruña y Barcelona, quien fue a votar este domingp con la camiseta de la selección nacional, como ha pedido el mandatario, según publicó en sus redes sociales.
Neymar, máxima estrella de la selección brasileña, fue uno de los primeros en entrar de lleno en esta polarizada campaña con un video en el que bailó bajo los acordes de un tema musical de apoyo al actual jefe de Estado, que aspira a la reelección.
"Voto, vota y confirma: 22 es Bolsonaro", decía la canción en alusión al número que deben teclear los brasileños si quieren votar al capitán retirado del Ejército, que en vísperas de los comicios visitó el Instituto Neymar, cerca de la ciudad de Santos.
A partir de ahí, otros futbolistas han publicado en sus redes sociales sus preferencias políticas con miras a la carrera presidencial, para la que parte como gran favorito Lula, que incluso podría ser elegido presidente este mismo día 2, en primera vuelta, según varios sondeos.
En la misma línea que el camisa 10, Thiago Silva, defensa central de Chelsea, adoptó uno de los lemas de campaña de Bolsonaro: "Dios, patria, familia y libertad".
"Espero que la democracia sea respetada y cada uno pueda ejercer su ciudadanía de forma libre. ¡El pueblo brasileño merece ser feliz!", señaló el internacional con la Canarinha.
Felipe Melo, centrocampista del Fluminense, es también firme defensor de Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar (1964-1985) que durante la pandemia de covid-19 negó la gravedad de la enfermedad, que ha causado cerca de 700.000 fallecidos en el país.
"Haciendo mi parte. Brasil encima de todo y Dios encima de todos", afirmó el exjugador de Inter, Galatasaray y Juventus en su Instagram, parafraseando otro de los lemas del mandatario.
Sin citar a Bolsonaro, Daniel Alves, lateral del Pumas de México, también reconoció que "adora" ese "Brasil encima de todo y Dios encima de todos" y animó a la población a acudir a las urnas.
"Siente el orgullo de usar los colores que nos representan. Existe una cosa que está por encima de cualquier candidato, que es el amor por nuestro país", indicó el exjugador de Barcelona, Sevilla y PSG, entre otros.
Pero también los hay que han mostrado su apoyo decidido a Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010 y pasó 580 días en prisión por condenas por corrupción que fueron anuladas el año pasado por errores procesales. Paulinho, del Bayer Leverkusen alemán, es uno de ellos.
"Amor a la patria, un carajo. Amor al pueblo. Si no es en nombre del pueblo, no es en nombre de la patria. ¡Lula en la primera vuelta! Fuera Bozo (por Bolsonaro)", dijo el joven mediapunta.
Asimismo, respaldó al líder del Partido de los Trabajadores (PT) el exseleccionador y exentrenador del Real Madrid Vanderlei Luxemburgo, quien tachó a Bolsonaro de "sociópata".
También apoyaron al antiguo tornero mecánico los exjugadores Juninho Pernambucano, Walter Casagrande, quien en la década de 1980 formó parte de un movimiento prodemocracia impulsado por los jugadores del Corinthians, y Raí, ex del PSG.
Además de Rivaldo, otros exfutbolistas brasileños prefirieron, en cambio, apuntarse al carro del bolsonarismo, como Julio Baptista y Robinho, condenado por el Supremo de Italia a nueve años de prisión por violar a una mujer en 2013, cuando jugaba en el Milán.
Baptista, ex del Sevilla y Real Madrid, dijo que "hoy es un día importante para la democracia" de su país y subrayó la necesidad de "respetar" las opiniones de cada uno y "saber convivir con las diferencias".
"Mi total apoyo al presidente Jair Bolsonaro; hoy somos Dios, Patria y Familia", afirmó Baptista, repitiendo el lema del líder ultraderechista brasileño, que se hizo popular en la Italia del "Duce" Benito Mussolini.